Los perros de servicio no se tocan Y PUNTO
No hace mucho se hizo viral en internet un vídeo de una chica en un centro comercial que se acercó a acariciar un perro de servicio con su hija y que, recibiendo la negativa de la dueña, se les encaró y creyó que podría cantarles las cuarenta.
Si hay una cosa que me saca de quicio, es la prepotencia de alguna gente, y es por eso que he dejado todo lo que estaba haciendo y me he puesto a escribir este artículo.
Este es el vídeo, no sé si lo acabarán eliminando porque al parecer ha desaparecido de Facebook, que es donde se subió primero por la adiestradora de perros de servicio Megan Stoff
UPDATE: Este vídeo al que me refiero acabó desapareciendo de las redes, y lo respetaremos. En su lugar, aunque sigo reflexionando, te voy a dejar un vídeo con cosas que puedes y no puedes hacer cerca de un perro de servicio:
En el vídeo podía verse a una mujer indignada porque no podía tocar a un perro de servicio en entrenamiento.
Enfadarse sin venir a cuento e intentar cobrarse la venganza por ver frustrado su deseo de acariciar un perro de servicio intensificaron un simple malentendido. La falta de tolerancia a la frustración que hay hoy en día en la sociedad humana es un problema muy grave del que ya hablaremos otro día.
La mujer, de malas maneras, se queja de que no le dejan tocar al perro y que tendrían que dar una señal. La realidad es que había cuatro señales, le avisaron y le dijeron que no varias veces. Pero parece que una fuerza sobrenatural la empujó a seguir adelante. La prepotencia hacia los animales.
Los perros de servicio no son “tuyos”
Hay muchas personas que ven a los animales como cosas, objetos. Y no solo eso, sino que encima se piensan que tienen derecho a tocar los perros de otras personas. Sin casi avisar ni preguntar. Y hay perros que no están preparados para eso. Como este perro de servicio, que estaba en pleno entrenamiento.
Es –o debería– ser un hecho bien conocido que los perros de servicio ayudan a personas con circunstancias especiales, y no deben ser interferidos mientras trabajan. Obviamente, si alguien pide amablemente tocarlo y es un buen momento, se le dirá que si como excepción. Pero no significa que no, y esta madre no pareció entender eso.
Un perro en servicio no debería de tocarse. No soy especialista en este tipo de adiestramiento, pero sé que el entrenamiento de estos perros es muy intenso, costoso y cualquier cosa puede torcerse. Sobre todo cuando son cachorros. A algunos –aunque personalmente no me parece bien– no se les permite jugar con otros perros.
Esto es algo muy común con los niños. La mayoría se acercan por su curiosidad inocente, pero igualmente corren un peligro y si pasa algo las consecuencias te las comes tú. El verdadero problema está en que algunos adultos piensan que pueden hacer lo que les dé la gana con los animales, falta mucha conciencia en el mundo. Y más respeto.
Podría ser muy grave. Imagínate qué pasaría si estuviéramos hablando de un perro guía. Si desconcentramos al perro en pleno servicio podemos hacer peligrar la vida de la persona que está dependiendo de él para ver.
Hay que educar más
Si se enseña a la gente a tener más respeto por los animales y –en definitiva– por las mascotas ajenas dejarán de pasar cosas tan extravagantes como esta.
Eso sí, solo hemos visto una versión de los hechos. Es posible que la dueña del perro estuviera harta de negarse a la petición de todo el mundo le tocara al perro, y su paciencia ya llegaba a su límite.
Es de entender, porque estaban en un centro comercial y seguramente el perro que estaban entrenando era muy pequeño y mono, pero independientemente de eso, no hay que contestar mal a la gente.
Es decir, tampoco estoy de parte de la dueña.
La paciencia es una virtud, y si tuviéramos la virtud de explicarle bien a la gente que no pueden tocar a ese perro porque está siendo entrenado o de servicio, entonces nadie reaccionaría así. Aunque sea algo de cajón, nuestros instintos nos empujan a veces a hacer cosas así.
Esto es especialmente importante con los niños, que absorben todo lo que ven y les decimos. Si les enseñamos a ser respetuosos con los perros hoy, lo serán mañana.
Si no hay niños descuidados y con falta de respeto por los animales, habrá menos sustos dentro y fuera de casa. Si hay menos sustos (provocados en primer lugar por nosotros), habrá menos abandonos.
Así que ya sabes: si ves un perro de servicio no lo toques. Y menos si es un cachorro. Sin discusiones ni tonterías
Me he enterado del viral gracias a través de esta web, os la dejo por si queréis consultarla.
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